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Grupo “Fuente de Amor y Luz” - 10 de diciembre de 2009
Buenas tardes – buenas tardes – Hoy es jueves, están reunidos ustedes y vengo yo para hablar con ustedes. Yo soy María Magdalena. Y ¡qué lindo una reunión de mujeres! ¡Qué lindo de verlas juntas! qué importante que estén acá, juntas y que importante que cada vez se unen más.
Y quiero hablar de eso, de la unión entre ustedes y unión entre los humanos. Ya sé que ustedes me dirán que cada uno es diferente, pero a pesar de las diferencias entre ustedes. Es muy importante que cada vez hagan más fuerte la unión entre los humanos, y lo digo así porque es más que solamente la unión entre el grupo.
Quiero que lo piensen y empiecen a sentir la unión con todos los humanos, primeramente, por lógica, con los que les toca vivir de muy cerca hasta cerca, hasta no tan cerca. Quiere decir los que están muy cerca son los de su casa, los de cerca los del barrio, y los no tan cerca toda la gente que conocen y no haya tanto contacto. Pero traten de sentirse muy unidos hasta con estas personas que no tienen tanto contacto y les hablo de una unión que sienten en sus corazones.
Ya lo hemos hablado alguna vez que en su corazón hay lugar para muchísimas cosas y para muchísimas personas. Permiten que se unen en sus corazones todos los humanos, repito los que conocen hasta los que no conocen. Incluyen en sus corazones la gente con la cual se cruzan en la calle, que pasan uno al lado del otro y nunca más se ven, pero siéntense de todas maneras unidos a ellos porque todos son humanos.
Y en realidad hablo de unión para explicar un poco más el tema de ser Uno, es el mismo tronco de palabra ser uno y unión, y quizás… o mejor dicho, yo pienso que les resulta más fácil sentir unión hacia los demás que el ser uno o hacerse uno. Es como más cercano a su corazón una unión que ser uno.
Sí, todos somos Uno, todos armamos el Uno, pero es como que les resulta por ahí más teórico, ahora sentir unión hacia los demás les es más fácil de entender. Piensen en la unión como que todos son humanos, todos tienen algo en común, aunque sea tienen en común de ser humanos y al tener algo en común pueden imaginarse la unión.
Y ustedes, si lo piensen me van a dar la razón, no pueden sentir algo que no pueden imaginarse y al pensar, les repito, en todo lo que tienen en común entre todos los humanos, ahí se pueden imaginar una unión y la pueden sentir.
No les pido que ya mañana sientan esa unión con todos, no, es un trabajo, como tantas veces les hemos dicho, que tienen que hacer poco a poco, todos los días un poquito más. Y es un trabajo que no lo van a concluir la semana que viene, es un trabajo que les va a llevar mucho tiempo.
Pero les pido que no se olviden de hacerlo, no se olviden de incluir en esa unión entre los humanos a todos, cada día y cada vez que se acuerden durante el día, y acuérdense seguido, incluyen un poco más de la humanidad. Siéntenlo en su corazón, sienten que en sus corazones hay lugar para todos, su corazón es grande y puede captar a todos.
Es en ustedes de permitir que eso se haga. ¡Háganlo, trabajen sobre eso, siéntenlo! Imagínense cada vez más la unión entre todos los humanos.
Con eso me despido hacia la próxima Yo soy María Magdalena
-Gracias María Magdalena-
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