lunes, 11 de enero de 2010

Madre Maria

Buenas noches mis hijos amados por visión de este hermano sólo saben quien soy y por algunos desde su sentir y por las sensaciones que han recibido reconociendo mi presencia, sí, yo soy María y quiero decirles unas palabras a todos los trabajadores de la luz y que éstas palabras sean trasmitidas en diferentes lenguas para que llegue a muchos corazones.

Ha llegado el momento de reaccionar, ha llegado el momento de sentir, ha llegado el momento de responsabilizarse de lo que son, ¡son luces! Grandes luces y hay muchos que no lo creen porque no lo aceptan ahí se niegan a sí mismos; somos uno, todos somos uno desde la gran luz ¿por qué dudarlo?

Aún se preguntan qué dicen aquí y dudan de lo que son, se preguntan de su existencia ¿y no está la respuesta en la vida misma? no esta la respuesta en el aire que respiran? ¿Por qué la duda mis amados?

El tiempo concluye de este despertar y nuevamente les pido el despertar mayor, despierten benditos y dejen de dormir, ya es hora de sentir la luz, de vivir en el amor, siendo uno sin distinción de razas y de estatus económico. Todos somos uno, no hay separación y es importante que tomen estas palabras en sus corazones y sientan, esto, es real, se dirige a Ignacio y le dice: amado quieres decirles a tus hermanos lo que la Madre María está haciendo ahora sobre la humanidad?

Ignacio: Cobijándolos, te estás presentando en todas tus manifestaciones en el mundo entero, entregando una ROSA una flor para todos y cada uno.

Madre María dice: bendito eres, bendito tú ojo, así constaten esta visión de su hermano que estos mensajes son reales, así me encuentro, abrazándolos a todos, no importa como piensen, no importa lo que digan se les ama de igual manera y bendecidos son todos, aún aquellos que no reconocen la luz.

Mi amor por siempre para todos.

Ignacio pregunta: antes de que partas, ¿no vienes sola verdad? está tu hijo y el Padre verdad?

Madre María responde: recuerden que somos unidad, el Padre es conmigo y el amado Jesús, mi hijo amado somos Uno, así la representación mis hijos amados del Padre- Madre e Hijo es una representación de la triactividad, Uno somos y todos formamos la unicidad con el Padre. Revestidos son de esta gran luz que el Padre es en esta unicidad.

Fidel interviene en este momento y dice: te puedo hacer una pregunta madre?

Madre Maria: si adelante pregunta…

Fidel: eres tú también sentada frente a un escritorio vestida con un hábito?

Madre María: no conoces mi amado mis ropajes?

Ignacio dice: es un vestido blanco y manto azul, trae sandalias y su cara es de mucho amor y mucha ternura.

Madre María: el amor, el amor mis hijos es lo esencial, esto es el amor que todos deben sentir por otros, bendito es el amor incondicional que el Padre-Madre siente por todos ustedes y así por todos nosotros.

Abrazados quedan en este amor y bendecidos son mis hijos amados.

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